Ya que no podemos salir al exterior, podemos hacer que el exterior inunde las paredes de nuestra casa, creando una experiencia inmersiva.
Os proponemos un sorprendente experimento óptico, que nos ayudará a entender cómo funciona una cámara fotográfica.
Necesitamos hacerlo en una habitación que podamos dejar completamente a oscuras pero que tenga una ventana.
Hay que tapar toda la ventada dejando solo un pequeño orificio a través del cual pasarán los rayos de luz. Podemos usar el material más opaco que tengamos, cartones, cartulinas o en su defecto superponer hojas de periódico o revistas hasta que no dejen pasar la luz.
Tenemos que dejar pasar uno segundos para que la imagen de la calle se proyecte de forma invertida en las paredes de nuestra habitación (si es un día nublado la imagen tardará un poco más en proyectarse).
Si tienes un papel continuo podrías ponerlo en la pared y con un lápiz calcar las líneas del paisaje. ¡Conseguirás una gran obra paisajística!
Cualquier movimiento que se produzca, si pasa algún coche o viandante, lo veremos moverse en la imagen proyectada. ¡Es todo un espectáculo!
El mismo funcionamiento es el de la cámara estenopeica, que se puede hacer con una caja de cartón, pero en este caso en su interior se introduce un material fotosensible para que la imagen quede recogida en el mismo.
¡Esperamos que os guste y lo disfrutéis!